Bienvenid@s.
Con el objetivo de fomentar el trabajo creativo, colaborativo y multidisciplinario entre la imagen, la poesía y las diferentes manifestaciones artísticas, nace este concurso sin precedentes en el país.
Se trata de promover e incentivar la cooperación entre poetas y artistas mendocinos a través de video creaciones, haciendo de la originalidad, la innovación, el uso estético de las nuevas tecnologías y la vanguardia su argumento. Bajo la premisa ¿Ya nada será lo mismo? que remite al contexto de confinamiento por la pandemia mundial, la intención es dejar un registro de cómo se está transitando un año único para la humanidad, desde la mirada de nuestro territorio.
Estos son los 44 Video Poemas pre seleccionados por el equipo de producción de la #FDLM sobre los cuales nuestro honorable jurado premiará 5 obras y otorgará menciones especiales.
¡Muchas gracias a l@s más de 200 poetas y realizadores que se sumaron a esta primera edición del concurso! Vamos por más…
poeta: Germán bianchini
realizadora/or: Paola G. Caymes Scutari
Sólo aprenden
los que no precisan aprender.
Sólo salen
los que no precisan salir.
¿Cuándo pasará?
Cuando no necesitemos que pase.
Cuando queramos estar del lado de adentro
todo se volteará del revés
y habrá que vivir expuestos al sol,
a la lluvia…
a todo.
Estamos del lado equivocado.
¿Del lado de adentro?
¿Del lado de afuera?
Algún día no habrá más lados,
y volaremos cuando no necesitemos alas.
Eso aprendimos.
poeta: María Sol Astié
realizadora/or: Gabriel D’Angelo
Toco tu cuerpo invisible
Disuelto en la soledad del otoño.
El amarillo del viento
Aún guarda el verde que fue,
Tu sabor a raíces
En mis labios
Dibuja tu figura perdida
Y me consumo en tu olvido
Como leña esperando el invierno.
La nada y el todo
Se funden en el mismo oro
La luna y el sol se eclipsan,
tiñen el paisaje de filosofía.
El infinito canta tus pupilas oscuras
Y la sombra huele a Dios.
poeta: María Soledad Muñoz
realizadora/or: Milagros García Mansilla
«»Tu madre es una ficción, tu madre es una puta ficción» »
repite la madre a su hijo desde el sillón donde está sentada. Ni una gota de whisky caerá al piso. Todo lo absorbe la pana del sillón de ese pequeño patio. «»Este será el último café que te prepare, pero siempre te voy a querer, aunque mañana esté muerta»» le dice la madre al hijo.
La ebriedad expuesta y delicada.
El encierro involuntario, El miedo como una inyección letal que se expande por todo el planeta. Hay cierto goce en ver la caída de todas las estructuras, el desplazamiento de una realidad a otra, lo colectivo y lo individual en la quietud y el silencio,
La naturaleza de lo material en el mundo y sus movimientos. Los cuerpos en la calle toman distancia, ahora la piel tiene sus límites
«»El deseo no se puede apagar»» dijo la madre.
Y una magnolia floreció en una calle vacía.
poeta: Cecilia Magdalena
realizadora/or: clara malnis
Empujó apurada hacia mí
un horizonte
lo conservaba piadosamente
desde el tiempo de los pretextos
contorneado, pulido, atado
con cuerdas.
Es el único mueble antiguo que me queda, dijo.
Ya no sé dónde me encuentro.
poeta: Diana Fiore
realizadora/or: Walter Cáceres
Sólo sombras proyectadas
un día tras otro.
Hipnóticas creencias
que intuimos ancestrales.
Los grilletes no sentíamos,
indolentes pies clavados.
Adentro …muy profundo
en la caverna.
No advertimos la ceguera.
Si el primero lo hacía,
todos lo haríamos.
Si acaso moríamos,
seríamos reemplazados.
Éramos los creyentes de la noche.
Y así se sucedía el tiempo
que ninguno conocía.
Tal vez uno de nosotros
escuchó voces.
Dejó de mirar al fondo.
Respiró distinto.
Los grilletes fueron arrancados.
Y emergimos a la superficie.
Las órbitas fueron develadas,
enceguecimos un instante.
Tuvimos miedo.
¿Qué era ese fuego solar…
los colores desconocidos?
Lucidez y locura.
Sonidos hechos palabra.
Palabras que pronuncian
la creación.
Fuimos liberados.
No supimos qué hacer.
¿Qué nueva esclavitud nos esperaba?
Ninguno olvidaría
el último día en la caverna.
poeta: Lucas Debandi
realizadora/or: Camila Cardin y Mariano Leotta
Cuánto tiempo
puede aguantar un cuerpo
en la asfixia
de su propia casa
cuántos minutos
cuántos días
cuántos años
sin ceder al reflejo
de relajar el diafragma
de inspirar
llenarse los pulmones
del líquido asesino
en el que está sumergido
valdrá la muerte
la más horrible
un braceo final
desesperado
con ilusión de superficie
habrá un lugar todavía
hacia donde
emerger.
poeta: Paula rocha
realizadora/or: Ricardo Gonzalez y Paula Rocha
La cama arropada en gris
Mancha rosa
blancuzca
y un estado de ex-sobriedad
La capacidad de narrar una historia
Te juro! No fue mi intención… el papel se quemó a mi paso
En el fondo:
una tele al palo
la tormenta
bullicio
Alarma
Inhalada matutina de aire seco
y memorias
que alguna vez
serán inéditas
Ruptura subliminal del ciber espacio
que las alberga
y cánticos
metafóricos
en la mesa
de la cocina
-rumiabas vestigios y gustos de época-
Tu piel arruga
avería
áspera
La enjuagaste con agua caliente y la olvidaste en el invierno
¿Hacia dónde aúllan tus deseos?
¿Al río que desborda y arrastra los restos de las casas?
Cortocircuito
inminente
Supersticiones
como dicha
Incienso
para calar
pulmones ácidos
Espejos vacuos
Y un bastión donde esperar
el estallido
regar
el jardín
y perecer
en el tacto.
poeta: Sabrina Barrego
realizadora/or: mariana mattar
¿Qué hago si nos cruzamos
casualmente por la calle?
¿Qué se hace con los labios
si se prohíbe besar?
¿Conservo entonces
las manos mudas en los bolsillos?
¿De dónde vendrán los poemas
cuando estemos ante la nada
y nadie perciba siquiera
nuestros perfumes,
la forma de nuestros dientes?
Si es cierto que la poesía
es un indicio de algo
entre los seres,
entre nosotros
mientras aún somos nosotros,
¿esto es el final de los tiempos,
final también de la poesía
(y de las calles y de los secretos,
de las ventanas y del amor)?
¿Qué dirán mis amigos en sus tablones
de libros viejos y de polvo?
¿Y qué pensaría Él?
(Por la resina en la suelas
de mis borcegos sabría
que vengo de La alameda.)
A veces me da la sensación
de que tu figura
se desvanece al tacto,
tímida como tu voz
en el teléfono en todas partes,
como los juegos infantiles
que se columpian
vaciados por el zonda, puro viento.
Es extraño,
el mundo comenzó con un murmullo:
no hace falta tanto
para que se termine.
Hay tantos rostros en mi vida
borrándose.
¿Hasta cuándo? ¿Hasta aparecer
de golpe en un instante
que me unza al yugo del
dónde estarás ahora?
Entonces una voz
que es casi un rumor
despierta a las chicharras,
al afilador de cuchillos,
a los objetos de la casa,
a las palabras,
con la violencia del hambre.
*
Con el silencio de los hombres
han vuelto las aves al barrio.
¿Por qué regresás callado
hasta el animal famélico
que maúlla y se relame
en mi garganta?
Siempre dispuesto a borrarte
y aparecer otra vez pero distinto.
¿Acaso será posible
recordar al verano en invierno,
y al invierno en primavera?
¿Evocar la canción del otoño
en la vigilia de un tiempo suspendido?
¿Existirá para entonces
poesía entre nosotros?
Qué difícil salvar del olvido
una cara que se ha borrado
y que aparece…
¿Con qué manos se retiene a
un pájaro vibrante como
la música para perderse en el aire?
poeta: Agustín Morales
realizadora/or: Franco Molinier
Un el reloj de arena se rompió en mis manos,
el tiempo pasa, los días pasan y me incitan a delirar.
Alejado de tus labios, serenos, llenos de tranquilidad,
voy comprendiendo lo que significa anhelar.
Por la ventana entra un aroma a tilo,
respiro la luz del sol en un rincón lúgubre de mi habitación.
Es lo que conforta mi alma en estas solitarias mañanas,
donde tu silueta no está marcada en mis sabanas.
Qué clase de desencuentro más deshonesto planteó el destino
sin tregua, solo un beso entre sueños.
Quizás un abrazo con la mirada, siguiendo las líneas finas de tu sonrisa oculta,
furtiva, tras esa tela marfil.
Cada día más que espero, más deseo
sentir tu calor, tu aliento en donde nace mi cuello.
Mientras que el universo, despiadado,
Teje entre el ruido del tiempo pura lejanía.
Lejanía y fugacidad
poeta: Martín García Díaz
realizadora/or: Lujan Guerra
Muerte corpórea, liberación del espíritu.
Universos escondidos entre negros pétalos,
Revelan la fragilidad de lo palpable.
Trascender el dolor terrenal,
Para abrazar lágrimas de vida
Y cuando la carne llore debilidad
Beber de su poesía.
Pieles serán cielo,
Lunares formarán constelaciones,
Sueños serán raíces
Y todo lo inmensamente humano
Será mínimamente universo e infinitamente puro.
Abandonar la jaula de las posibilidades
Para perderse en la danza de lo no físico.
Niños son dioses jugando a las escondidas
Y nuestro contar para salir en su búsqueda, parece nunca terminar.
De tanto encierro, encontrar libertad y escapar
de un millar de garras, que buscan corroer un cuerpo
Que ya no es cuerpo.
Ya nada será igual
Cuando recordemos
Que el nacimiento de los seres más luminosos
Está acompañado de la más profunda oscuridad.
poeta: Maria Eugenia Simionato
realizadora/or: Federica Cafferata
Los días caen sobre mis piernas
como la ceniza que salta agujereando
la tela del vestido.
Y no alcanzan las manos para detener el
pequeño incendio.
Basta un mínimo error
para que el mundo se deshaga en una chispa.
Ya no importa el peso,
la densidad con que una mano entra en un
cuerpo y lo
transforma.
Veo las caras de los transeúntes
apenas conmovidas por el primer gesto.
¿Cuántos han dormido y soñado
sin que una pregunta interrumpa
el fragmento oscuro que se escribe entre las
horas?
Debo tener en mis ojos
el sonido de esta lluvia que baja en la noche,
y yo no sé si existe alguien capaz de oír
el golpe de mis ojos cuando caen.»
«
poeta: Leandro Poquet
realizadora/or: Dario Exequiel Ambrocio
Lxs fantasmas llegan de lugares precisos a decorar la casa,
se tapian ventanas,
se pintan óleos de alquitrán.
Se pone la mesa evocando un gran festín,
se acomodan los rincones donde tirar el sueño
y no se come absolutamente nada.
El colchón no cede y vos inmóvil:
la profecía de ser piedra.
Ya se vino abajo un siglo de murallas,
que luego de estar ocultas por la sombra del silencio,
floran a la noche,
ardiendo, quemando,
buscando nuevas ondulaciones de fuegos.
Creciendo en otro lugar,
lejos del viejo modelo,
dando un gran salto,
abriendo tajos alrededor.
Rojas de cera iluminan por un segundo, un sanguíneo escenario de representaciones.
Un poro desangrado en el espacio forma hemorragia,
un cuerpo abierto de sangre en maceta,
donde fantasmas colonizan su derecho a experimentarse en el planeta tierra.
Estoy preparadx para el desastre.
poeta: Miranda Sauervein
realizadora/or: Victoria Favier
Sueño oscuro.
Pesado.
A veces intento atravesar las paredes de mi cráneo.
Hago movimientos desesperados por despertar.
Siempre aparece el silencio profundo. Una nube, un abismo infinito.
La luz penetra en mis ojos.
Lentamente toman contacto en este instante único.
Primer latido consciente. Mis retinas descubren colores.
Yo aquí.
En mi mente imágenes.
El aire roza cada centímetro, cada milímetro de mi cuerpo.
Acariciándolo. Dando lugar a un nuevo día.
poeta: Luis alfredo villalba
realizadora/or: alcides araya
Cuando los fantasmas se disuelvan en la bruma
con su macabra cosecha de esperanzas
saldremos de la última cueva del bosque, del último rincón, a cara descubierta.
Y de a poco reuniremos nuestros cuerpos dispersos, heridos,
espalda contra espalda.
Los cuerpos saben de qué se trata.
A los cuerpos les duele
el hambre, la enfermedad, los sueños, la ignorancia,
A los cuerpos les duele el deseo y la caricia,
les duele la ausencia de otros cuerpos.
Tal vez si los arquitectos se volvieran albañiles
y se juntaran con otros albañiles
y siendo todos distintos
fueran al mismo tiempo un solo cuerpo, una misma casa, un sueño constante,
sabrían entonces entrelazar ladrillos y pasiones,
y levantarían
un cuerpo sin centro con el centro en todas partes,
un casa sin centro con el centro en todas partes,
un mundo sin centro con el centro en todas partes.
poeta: Nicolás Garro
realizadora/or: Emiliano Berná
Cuando nace el encierro
deposito la mirada
Medio metro
Un metro
2 metros a la redonda
La casa es un museo de suvenires
Acerco el cursor,
Hago click
Y Puedo salir
En el deseo,
Rompo mi cuarentena
Doy vuelta en círculos y pierdo la mirada
En un cerámico resquebrajado,
En una pared manchada.
5 metros a la redonda
Las pelusas se juntan al final de la puerta
Las migas perdidas llegan a la alfombra
Todo se acumula
En Perspectiva
Todo crece,
Más cerca
Todo crece
El amor de mi perro
El ronroneo de mi gato,
La rajadura en el sillón
El rocío de mis plantas,
El dolor ajeno
Y el dolor propio.
El vórtice en mi pecho
Intenta llevarme
Corro la mirada
Y La casa sigue siendo un museo de suvenires
De objetos, de cosas
Sustantivos comunes
Lugares comunes entre nosotros.
La almohada y la alfombra compartida
Los restos de pucho muertos en el cenicero
En perspectiva
Más acá se agiganta
En perspectiva
Más allá, se aleja, se hace pequeño
Abro la puerta
En perspectiva 10 metros a la redonda
Un abrazo
Y toco tu barbijo, con un dedo toco el borde de tu barbijo
y voy dibujándolo como si naciera de mi mano
El deseo se apaga y renace
Florece 500 metros a la redonda
Los viveros, las ferreterías, las ferias de ropa
Florecen videos de macotas en nuestras pantallas
Florecen las recetas y los deliverys
El amor online, y el falso amor propio
Estornudo en mi tapabocas lo que llevo adentro
se pudre
Es urgencia
El placer de acostarse con las sabanas limpias
Se compara al placer de un barbijo recién lavado
Sigo abriendo la puerta
800 metros a la redonda
La calle se puebla de soledades que deambulan con la boca tapada
Ya nada será lo mismo
Quedarse quieto
En perspectiva
Da visión
Al pasado
Como esos sustantivos comunes,
los lugares comunes entre nosotros
La lámpara,
el paraguas,
la tostadora,
Los sustantivos comunes, lugares comunes entre nosotros
Los libros, las cartas, un enchufe, la computadora
En perspectiva, me miro 20.000 metros de viaje subconsciente
En boca cerrada entran moscas
En boca tapada no entran virus
La pantalla se ilumina y me ilumina
Nos quedamos quietos pero
Quiero tocar,
Quiero salir,
Quiero sentir
Sin miedo
En perspectiva
Ya nada será lo mismo
Porque seguimos queriendo lo mismo
Pero frenamos
En pausa
Veo el tornillo que faltaba,
el revoque, el cable suelto
Todo lo que acelerados no arreglamos
vuelvo
En perspectiva, 4 metros a la redonda
Miro de cerca, examino mi hormiguero
Miro el de afuera
Lo que sigue siendo igual
Lo que sigue siendo desigual.
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